Historia


Pruebas Deportivas de la Federación Aérea Internacional en Chile

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Así como los pilotos de avión tenían insignia que los distinguían como tal; los pilotos de planeador tenemos también un distintivo propio, correspondiente a las categorías internacionales en que se clasifican los pilotos de planeador.

Las insignias otorgadas por la Federación Chilena de Vuelo a Vela, al alero de la Federación Aérea Internacional (en adelante FAI), son las siguientes: “C Laureado de Plata”; “C Laureado de Oro”; “C Laureado de Oro con un Diamante”; “C Laureado de Oro con dos Diamantes”; y “C Laureado de Oro con tres Diamantes”.

La historia de estas insignias comienza en el año 1921 en Alemania. En aquella época, el auge cada día creciente del vuelo sin motor hizo notar la necesidad de fijar un mínimo de condiciones para tripular aparatos y la creación de títulos correspondientes, de manera que sólo volaran aquéllos que estaban capacitados, vale decir, que habían cumplido un periodo de instrucción. Eran una suerte de licencias para volovelistas.

Después de un estudio sobre los títulos y condiciones requeridas, se dio el primer paso en 1925 con la creación de los Títulos “A y B de Vuelo Planeador” y “C de Vuelo a Vela”.

La licencia “A de Vuelo Planeador” se representa con la silueta de una gaviota de color blanco, sobre una esfera redonda de color azul. La licencia “B de vuelo planeador” es igual que su predecesora, salvo que se le agrega una segunda gaviota. Finalmente, la licencia “C de Vuelo a Vela” se representa de igual manera que las anteriores, adicionando una tercera gaviota.

Los Títulos de Vuelo Planeador se otorgaban al cumplirse ciertos temas de instrucción mientras se desarrollaba la formación del piloto, y su objetivo principal, era el de alentar al alumno en su curso. De ahí la idea de ir otorgando “insignias”.piocha_2

A continuación, la comunidad aérea internacional reconocía también, el título “C de vuelo a vela”. Lo ganaban aquellos pilotos que hacían un vuelo superior a 5 minutos. Certificaba que el poseedor de dicho distintivo, había vencido la ley de gravedad utilizando solamente las corrientes ascendentes. Con esta insignia se entraba en la comunidad internacional de los hombres – pájaros.

En Chile, no existe certeza absoluta si los pioneros del volovelismo nacional comenzaron las prácticas deportivas con una sujeción estricta a los parámetros internacionales, o si por el contrario, se trataba de prácticas espontáneas guiadas por la intuición. No obstante lo anterior, existen registros privados que durante los años ’40 estas pruebas se comenzaron a realizar en el territorio nacional.

El gran número de Distintivos “C” existentes en 1930, impulsó a la ISTUS (Comisión Internacional de Experimentación para el vuelo a vela) a crear un nuevo título superior: El “C Laureado de Plata”, y finalmente en 1937, el “C Laureado de Oro”.

En Chile, las primeras pruebas correspondientes a la “C Laureado de Plata y Laureado de Oro”, fiscalizadas por la Federación Aérea de Chile (en adelante FEDACH), datan de comienzos de la década de los ‘60.

La destacada importancia de los vuelos a vela realizados después de la Segunda Guerra Mundial, que dejaban muy atrás las condiciones requeridas para la obtención de la “C Laureado de Oro”, fue la razón que tuvo la Comisión de Vuelo sin Motor de la FAI, para crear en septiembre de 1949, una nueva categoría que estuviera en sintonía con el progreso alcanzado.

La insignia para identificar esta nueva categoría era igual a la “C Laureado de Oro” con el adicionado de tres diamantes; uno por cada logro. Esta insignia, emblema de los más selectos pilotos de veleros del Mundo, constituía el más apreciado galardón internacional y su posesión era la culminación de todos los méritos deportivos.

Tipos de vuelo

Aunque los conocimientos teóricos y prácticos exigidos variaban según el sistema de vuelo o remolque usado, en líneas generales, los “títulos de vuelo planeador” precisaban conocimientos teóricos y prácticos.

La categoría A, se obtenía aprendiendo a construir planeadores y veleros. Además se enseñaba reconocimiento y conservación de aparatos de vuelo y accesorios. A continuación, un examen práctico que consistía en cinco vuelos planeados de al menos 20 segundos de duración. De esos cinco vuelos, al menos en dos se debían hacer desviaciones de 45º hacia la izquierda y derecha. Para finalizar, se exigía que los aterrizajes se efectuaran en fajas de al menos 20 metros de ancho sin daño para el aparato y a una velocidad mínima.

La categoría B, se obtenía conociendo los equipos de planeador y veleros. Se exigían además nociones elementales de meteorología. El examen práctico consistía en 5 planeos con 1 o 2 virajes de 360º, cada uno realizado a izquierda y derecha con una inclinación alar de 20 a 30º. Los aterrizajes se debían realizar dentro de un círculo de al menos 30 metros de radio.

En cuanto a los “títulos de vuelo a vela”, se consideraban la mejor manera para apreciar la habilidad y el entusiasmo del piloto, ya que representaban conocimiento técnico, pericia de pilotaje y por sobre todo, el gran espíritu deportivo del poseedor.

La categoría C, precisaba de un examen teórico sobre aerodinámica básica; conductas que debían seguirse en casos especiales; meteorología para pilotos de velero y empleo del paracaídas. En cuanto a las pruebas prácticas, se exigía una permanencia de al menos 5 minutos.

En la actualidad, en Chile, al cumplir con los requisitos legales para la obtención de una licencia de piloto de planeador ante la Dirección General de Aeronáutica Civil, se supera con creces las pruebas antes descritas, por lo tanto no son registradas ni fiscalizadas por la Federación Chilena de Vuelo a Vela.

Los Títulos Superiores de Vuelo a Vela (el de Laureado de Plata; el de Laureado de Oro; etc.) son otorgados por la FAI, quién a través de la Federación Chilena de Vuelo a Vela, registra y fiscaliza las pruebas.

Sus requisitos y condiciones varían constantemente, por lo tanto es necesario verificar el reglamento de la FAI previo a su ejecución. Además, la FAI entrega determinados contenidos a la discrecionalidad del “Club Aéreo Nacional o por su sigla en inglés NAC”, de manera que si no se cumplen dichas normativas especiales, los registros no son válidos. Es decir, se deben cumplir tanto las normas nacionales, como las internacionales.

Así por ejemplo, en el pasado, para la obtención de los títulos superiores de Vuelo a Vela, se requería cumplir con los siguientes requisitos generales: En un mismo vuelo sólo se podía computar hasta dos pruebas; si se trataba de planeadores biplaza, el piloto debía estar sólo a bordo; en todas las pruebas debía usarse un barógrafo (Lacrado y abierto por un comisario oficial reconocido por la federación); cuando se usaba remolque por avión, debía cortarse el cable a menos de 1500 metros sobre el lugar de despegue; entre otras. En cuanto a normas nacionales que deben seguirse, destacan por ejemplo, el uso de dispositivos de registro autorizados.

El propósito del título “C de Laureado de Plata”, era preparar a los pilotos para el vuelo “cross country”, por lo tanto, junto a los títulos antes mencionados, se exigían criterios de permanencia, distancia y altura. Se debía realizar un vuelo de al menos 5 horas de duración; un vuelo de 50 kilómetros aterrizando fuera del campo de despegue; y un vuelo en que se ganara al menos 1000 metros de altura.

Para obtener el título de “C Laureado de Oro”, se requería junto con los títulos anteriores, realizar una prueba de distancia de 300 kilómetros libres y un vuelo en que se ganara al menos 3000 metros.

En la medida que fue avanzando la tecnología disponible, se incorporaron 3 nuevos títulos, los llamados diamantes. Se otorgaba un diamante por un vuelo en línea recta de más de 500 kilómetros. Un segundo diamante se otorgaba por el vuelo de una distancia prefijada de 300 kilómetros y por último, un tercer diamante por un vuelo en que se ganara más de 5000 metros.

Hoy por hoy, existen otras pruebas que se han ido realizando, pero por disposición de la FAI, queda a criterio del representante nacional de la FAI, reconocerlas, fiscalizarlas y condecorarlas.

Junto con las pruebas recién descritas, la FAI reconoce y registra records de altura, distancia y velocidad en el Mundo entero.

Es innegable el importante papel que corresponde a estas “insignias” en el desarrollo y difusión del vuelo a vela, por el espíritu deportivo de sacrificio y superación que es necesario mantener para cumplir las pruebas exigidas, y porque además, constituyen un visible vínculo de amistad entre los pilotos de planeador en el mundo entero.

Para identificar los distintivos de los diferentes países, se colocaban sobre las gaviotas una o varias letras según la siguiente convención, por ejemplo: Argentina (R. A.), España (E ), Estados Unidos (N ), Inglaterra (G ), Italia (I ). Los distintivos que ilustraban a Chile llevaban las letras: R. Ch. Desde el año 1998 la Federación Chilena de Vuelo a Vela cambió el distintivo y se ocupa simplemente el nombre “CHILE” en la parte superior de la insignia. Solamente Alemania, como país fundador, tiene el privilegio de que los distintivos lleven únicamente las gaviotas, sin letras de identificación.

Cada una de las pruebas realizadas debe ser registrada ante el NAC delegado oficial ante la FAI. Las insignias otorgadas llevan un número de serie único y propio de cada país. El uso de ellas está estrictamente limitado a los pilotos de planeador a los cuales se les ha otorgado. Estas condecoraciones sólo pueden ser otorgadas por el NAC, quedando prohibido a los pilotos de planeador, venderlas u obsequiarlas de manera privada.